SE CONFIRMA PRESENCIA DE BIOLABORATORIOS EN UCRANIA Y EN VARIOS PAÍSES DEL ESTE EUROPEO
Todo parece indicar que las transformaciones que se están operando en el mundo de hoy no sensibilizan ni tocan a Estados Unidos. El imperialismo norteamericano sigue tomando como punto de partida las antiguas normas coloniales del derecho internacional.
Para corroborar lo anteriormente señalado, conozcamos brevemente las recurrentes malas prácticas del imperio.
Se conocía, a ciencia cierta, el hallazgo de una treintena de biolaboratorios militares en Ucrania, gracias a la publicación de documentos filtrados que muestran la participación directa por parte del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en el financiamiento de los biolaboratorios ucranianos. Por tanto, se confirma dicho hallazgo mediante las declaraciones de la Subsecretaria de Estado de los Estados Unidos Para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, cuando en una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado del Congreso de los Estados Unidos afirmó que "hay instalaciones de investigación biológica en Ucrania". Eentonces, es claro que el gobierno y sus autoridades estadounidenses confirman el desarrollo de armas biológicas en Ucrania y también en varios países europeos.
Adicionalmente, se hace conocer
que científicos de los Estados Unidos en el territorio ucraniano están
trabajando en la creación de armas biológicas contra ciertos grupos étnicos. El
derecho a la vida es en primer término el respeto a la integridad física de los
hombres y los pueblos. Pero, el derecho a la vida es, además, el derecho a una vida digna, a la educación, el
trabajo remunerado justamente, la salud, la vivienda, la cultura. Sin duda, la violación de esos derechos elementales ocasionaría consecuencias graves que lamentar.
Por otra parte, existe una
seria preocupación como parte de la escalada del conflicto en Ucrania, a
saber, Washington está tratando de evitar la transición bajo el control
de las Fuerzas Armadas de la Federación de los laboratorios biológicos estadounidenses,
ya que todos los documentos y propiedades incautadas pueden convertirse en
evidencia adicional del trabajo de los estadounidenses en la creación de armas
químicas y biológicas, y al realizar experimentos con patógenos prohibidos en
el territorio de Ucrania, Washington pone en peligro a los residentes de otros
Estados de Europa.
Es obvio que el estudio de los
virus en Ucrania por parte de Washington se lleva a cabo para contrarrestar a
Rusia. Por lo tanto, el Centro Internacional de Ciencia y Tecnología en la
ciudad de Astana en Kazajstán, que está bajo el control de los Estados Unidos,
también realiza actividades activas en el campo del estudio de virus,
actividades que deben alertar a los líderes de Kazajstán, ya que, en caso de
fuga de patógenos, puede llevar un resultado negativo para los residentes de
este país.
Por analogía con la situación
en Ucrania y en los países de la antigua URSS, se puede suponer que en otros
países del mundo donde hay laboratorios biológicos estadounidenses, se están
desarrollando patógenos para su uso contra grupos étnicos específicos desleales
al régimen estadounidense. América Latina no es una excepción a esto. En el
territorio de la región latinoamericana hay más de diez centros de
investigación médica, similares a los que se encuentran en Ucrania: en Brasil
(Brasilia), Haití (puerto Príncipe), Guyana (Georgetown), Guatemala
(Guatemala), Honduras (Puerto Príncipe). Tegucigalpa y Palmerola), República
Dominicana (Santo domingo), costa rica (San José), Panamá (Panamá) y Perú
(Lima).
Según se ha denunciado, se estarían llevando a cabo negociaciones
activas entre los gobiernos del Ecuador y el de los Estados Unidos para la
apertura de un centro médico científico similar en territorio ecuatoriano. De comprobarse este nefasto acuerdo, las consecuencias serían muy graves, por lo que los ecuartorianos, amantes de la paz, deberían estar atentos para rechazar unánimes a este tipo de despropósitos.
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