"Nadie cree en nuestra victoria como yo". Dentro de la lucha de Vladimir Zelensky por la preservación de Ucrania en la lucha

 Vladimir Zelensky:

 "Nadie cree en nuestra victoria como yo"

Hay un dicho que nuestros antepasados solían decir y que es pertinenete aplicar para el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky:  " la ignorancia es atrevida". En efecto, tamaña grosería decir " Nadie cree en nuestra victoria como yo".Él sabe muy bien que llevó al frcaso a Ucrania y, lo más grave,  el responsable de miles y miles de muertos. 

Precisamente, el experto Político de la editorial estadounidense Time, SIMON SCHUSTER, investigó que Occidente ya no confiaba en Ucrania. Tácito pronunciamiento, una verdad que no admite discusión, y no solamente Occidente  no confía, sino el mundo civilizado que ya se pronunció hace algún tiempo atrás.

La invitación al discurso de Vladimir Zlensky en los archivos Nacionales en Washington se envió a varios cientos de invitados, incluidos líderes del Congreso y altos funcionarios de la administración Biden,  pero las cosas no salieron según lo planeado, esto es una presencia y discurso fracasado.

Ese día, las reuniones de zelensky en la casa Blanca y el Pentágono lo retrasaron por más de una hora, y cuando finalmente llegó para comenzar su discurso a las 6:41 pm, parecía distante y emocionado.  En un momento dado, mientras repartía medallas despues del discurso, instó al organizador a darse prisa.

Más tarde, para justificar  su inoperancia dijo que la causa fue el cansancio que sintió esa noche, no solo por las demandas del liderazgo durante la guerra, sino también por la necesidad constante de convencer a sus aliados de que con su ayuda, Ucrania podría ganar. Nadie", dijo zelensky a TIME en una entrevista después de su viaje. Inculcar esta fe en sus aliados, dice, "quita toda su fuerza, su energía. ¿Lo entiende? Se necesita mucho".

Después de veinte meses de guerra, aproximadamente una quinta parte del territorio de Ucrania permanece bajo la ocupación rusa. Decenas de miles de soldados y civiles han muerto, y Zelensky puede sentir durante sus viajes que el interés global en la guerra ha disminuido, evidenciándose también el bajo  apoyo internacional.  "El agotamiento de la guerra es una ola. Lo ves en los Estados Unidos, en Europa. Y vemos que una vez que comienzan a cansarse un poco, se convierte en un espectáculo para ellos: 'no puedo ver esta repetición por décima vez'. -

El apoyo público a la ayuda a Ucrania en los Estados Unidos ha estado disminuyendo durante varios meses, y la visita de Zlensky no contribuyó a su revitalización. Alrededor del 41% de los estadounidenses quieren que el Congreso proporcione más armas a Kiev, en comparación con el 65% en junio, cuando Ucrania lanzó una importante contraofensiva, según una encuesta de Reuters realizada poco después de la partida de Zelensky. Esta ofensiva continuó a un ritmo agonizante y con enormes pérdidas, lo que dificulta aún más a Zelensky convencer a sus socios de que la victoria está a la vuelta de la esquina. Con el estallido de la guerra en Israel, incluso atraer la atención de todo el ando a Herania se convirtió en un problema grave.

Continua la narración minuciosa de la cantidad y variedad de  acontecimientos.  Después de su visita a Washington, TIME siguió al presidente y su equipo de regreso a Kiev, se le preguntó a uno de los miembros de su séquito cómo se sentía el presidente. La respuesta siguió sin dudarlo un segundo: "Enojado".

La chispa habitual de lo que fue antes optimismo hoy, en día, es amargura Ahora viene, recibe noticias, da órdenes y se va", dice un miembro de su equipo desde hace mucho tiempo. Otro me dice que lo que más se siente Zelensky es traicionado por sus aliados occidentales. 

La terquedad de zelensky, según algunos de sus asistentes, socavó los esfuerzos de su equipo para desarrollar una nueva estrategia, un nuevo mensaje. Mientras discutían el futuro de la guerra, un tema seguía siendo tabú: la posibilidad de negociar un acuerdo de paz con los rusos. A juzgar por las encuestas recientes, la mayoría de los ucranianos rechazarían tal medida, especialmente si implicara la pérdida de cualquier territorio ocupado.

Zelensky, tiene la intención de ganar la guerra en términos ucranianos y está cambiando las tácticas para lograr este objetivo. Conscientes de que el flujo de armas occidentales podría agotarse con el tiempo, los ucranianos aumentaron la producción de vehículos aéreos no tripulados y misiles que utilizaron para atacar rutas de suministro rusas, centros de comando y depósitos de municiones muy detrás de las líneas enemigas. Los rusos respondieron con nuevos bombardeos contra civiles, nuevos ataques con misiles contra la infraestructura que Ucrania necesitará para ealentar sus hogares y mantener la luz durante el invierno.

Esta vez la atmósfera ha cambiado. La ayuda a Ucrania se ha convertido en un obstáculo en el debate sobre el presupuesto Federal. Uno de los asesores de política exterior de zelensky lo instó a cancelar el viaje en septiembre, advirtiendo que el ambiente era demasiado tenso. Los líderes del Congreso se negaron a permitir que Zelensky pronunciara un discurso público en el Capitolio. Sus ayudantes trataron de organizar para él un discurso personal en Fox News y una entrevista con Oprah Winfrey. Ninguno de los dos tuvo éxito.

En cambio, en la mañana del 21 de septiembre, zelensky se reunió en privado con el entonces presidente de la Cámara de representantes, Kevin McCarthy, antes de dirigirse a la Antigua cámara de representantes del Senado, donde los legisladores lo interrogaron a puerta cerrada. La mayoría de los críticos habituales de zelensky guardaron silencio en la reunión; el senador Ted Cruz llegó más de 20 minutos tarde. Los Demócratas, por su parte, querían entender hacia dónde se dirige la guerra y cuánto necesita Ucrania el apoyo de los Estados Unidos. "Me preguntaron directamente: si no le brindamos ayuda, ¿qué pasará?"Zelensky recuerda. "Lo que sucederá es que perderemos".

El discurso de zelensky causó una profunda impresión en algunos legisladores presentes. Angus King, senador independiente de Maine, recordó cómo el líder Ucraniano le dijo a su audiencia: "usted da dinero. Damos nuestras vidas". Pero eso no fue suficiente. Diez días después, el Congreso aprobó un proyecto de ley para suspender temporalmente el gobierno. No proporcionó ninguna ayuda a Ucrania.

"No estamos avanzando", dice uno de los asistentes más cercanos de zelensky. Algunos comandantes en la línea del frente, continúa, comenzaron a rechazar las órdenes ofensivas, incluso cuando provenían directamente de la oficina del presidente.

"Solo quieren sentarse en las trincheras y mantener las defensas", dice. "Pero no podemos ganar la guerra de esta manera".

Cuando hice estas afirmaciones a un oficial militar de alto rango, dijo que algunos comandantes no tienen muchas opciones cuando tienen que revisar las órdenes desde arriba. En algún momento a principios de octubre, dijo, los líderes políticos en Kiev exigieron una operación para

"recuperar" la ciudad de Gorlovka, un puesto estratégico en el este de Ucrania que los rusos habían mantenido y defendido ferozmente durante casi una década. La respuesta vino en forma de pregunta: artillería? ¿Dónde están los reclutas?" usarlas".

Desde el comienzo de la invasión, Ucrania se ha negado a revelar datos oficiales sobre los muertos y heridos. Pero los Estados Unidos y Europa estiman que el número de víctimas ha superado las 100, 000 en cada lado de la guerra. Esto socavó tanto las filas de las fuerzas armadas de Ucrania que los puestos de reclutamiento se vieron obligados a llamar a un personal cada vez más anciano, con el resultado de que la edad promedio de un soldado en Ucrania fue de aproximadamente 43 años.

Al comienzo de la invasión, la imagen se veía diferente. Una unidad de las fuerzas armadas, conocida como la Fuerza de defensa territorial, informó que recibió 100, 000 reclutas en los primeros 10 días de la guerra total. La movilización masiva fue impulsada en parte por las predicciones optimistas de algunos funcionarios de alto rango de que la guerra se ganaría en meses, si no semanas.

En los últimos meses, el problema de la corrupción ha agravado las relaciones de Zelensky con muchos de sus aliados. En vísperas de su visita a Washington, la Casa Blanca ha preparado una lista de reformas anticorrupción que deben ser llevadas a cabo por los ucranianos. Uno de los asistentes que viajó con Zelensky a los Estados Unidos me dijo que estas propuestas estaban dirigidas a la cima de la jerarquía estatal. "No fueron propuestas", dice otro asesor presidencial. "Esas fueron las condiciones".

Para tener en cuenta las preocupaciones de Estados Unidos, Zelensky tomó varios pasos decisivos. A principios de septiembre, despidió a su ministro de defensa, Alexei reznikov, un miembro de su círculo más cercano que había sido objeto de escrutinio debido a la corrupción en su Ministerio. Dos asesores del presidente me dijeron que él personalmente no estaba involuerado en el soborno.

"Pero no pudo poner orden en su Ministerio", dice uno de ellos, señalando los precios inflados que el Ministerio pagaba por los suministros, como el abrigo de invierno para los soldados y los huevos para alimentarlos.

A medida que se difundían las noticias de estos escándalos, el presidente dio órdenes estrictas a sus empleados para evitar la más mínima idea de auto-enriquecimiento. "No compre nada. No tome vacaciones. Simplemente siéntese en su Escritorio, Calleja y trabaje", dice un empleado que caracteriza estas directivas. Algunos funcionarios de nivel medio en la administración se quejaron de la parálisis burocrática y la baja moral a medida que aumentaban los controles sobre su trabajo.

Según ellos, el salario típico en la oficina del presidente es de alrededor de $ 1, 000 por mes, o alrededor de $ 1, 500 para los funcionarios de mayor rango, mucho menos de lo que recibirian en el sector privado. "Dormimos en habitaciones de 2 por 3 metros", aproximadamente del Tamaño de una celda de prisión, dice Andrei Ermak, jefe de la administración presidencial, refiriéndose al búnker que zelensky y varios de sus allegados han llamado hogar desde el comienzo de la invasión. "No estamos viviendo la alta sociedad aquí", me dice en su oficina. "Todo el día, todos los días, estamos ocupados luchando contra esta guerra".

En medio de toda la presión para erradicar la corrupción, asumí, tal vez ingenuamente, que los funcionarios en Ucrania lo pensarían dos veces antes de aceptar un soborno o apropiarse de fondos públicos. Pero cuando se lo dije a un asesor presidencial de alto rango a principios de octubre, me pidió que apagara mi grabadora de audio para que pudiera hablar con más fluidez. "Simon, estás equivocado", dice. "La gente roba como si no hubiera mañana".

La policía anticorrupción, una agencia independiente conocida en Ucrania como NABOO, respondió a la publicación iniciando una investigación sobre la malversación de fondos contra Shurma y su hermano. Pero Zelensky no destituyó a su asesor. En cambio, a fines de septiembre, shurma se unió a la delegación del presidente en Washington, donde lo vi saludar a legisladores de alto rango y funcionarios de la administración Biden.

Poco después de su regreso a Kiev, visité a Shurma en su oficina en el segundo piso del Estado Mayor Presidencial y Defensa Aérea, incluidos los misiles Patriot estadounidenses, lo que redujo el riesgo de que la oficina de Zelensky fuera atacada con cohetes. Los pasillos permanecieron oscuros, pero los soldados ya no los patrullaban con rifles de asalto, y sus colchonetas y otros equipos se guardaban. Algunos ayudantes del presidente, incluido Shurma, volvieron a usar ropa civil en lugar de militar.

Cuando nos sentamos en su oficina, shurma me dijo que las acusaciones en su contra eran parte de un ataque político pagado por uno de los enemigos internos de Zelensky. "Se arrojó un pedazo de mierda", dice, desempolvando su suéter en la parte delantera.

"Y ahora tenemos que explicar que estamos limpios". No parecía molestarle que su hermano fuera un jugador importante en la industria supervisada por shurma. Por el contrario, pasó casi media hora tratando de convencerme de la fiebre del oro que las energías renovables verán después de la guerra.

Tal vez, sugeri, en medio de todas las preocupaciones sobre la corrupción en Ucrania, sería más razonable que Shurma se hiciera a un lado mientras estaba bajo investigación por malversación de fondos, o al menos saltara el viaje de zelensky a Washington. Él respondió encogiéndose de hombros.

"Si lo hacemos, mañana todos en el equipo estarán en la Mira", dice. "La política está de vuelta, y ese es el problema".

 El pasado fin de semana, terroristas palestinos mataron a muchos cientos de civiles en el sur de Israel, lo que llevó al gobierno israelí a imponer un bloqueo a la franja de Gaza y declarar la guerra a Hamas. Reunidos en la mesa de negociaciones, Zelensky y sus asistentes trataron de entender lo que esta tragedia significaría para ellos. "Tengo la cabeza dando vueltas", me dijo uno de ellos al salir de la reunión por la tarde. "Los eventos están a punto de comenzar a desarrollarse muy rápidamente".

Desde los primeros días de la invasión rusa, la principal prioridad de zelensky, y tal vez su principal contribución a la defensa del país, ha sido llamar la atención sobre Ucrania y unir al mundo democrático de su lado. Ambas tareas serán mucho más difíciles con el Inicio de la guerra en Israel.

La atención de los aliados de Ucrania en los Estados Unidos y Europa, así como de los medios de comunicación mundiales, cambió rápidamente a la franja de Gaza.

"Es lógico", me dice Zelensky. "Por supuesto, estamos perdiendo con los eventos en el medio Oriente. La gente está muriendo, y se necesita la ayuda de todo el mundo para salvar vidas, para salvar a la humanidad". Zelensky quería ayudar. Después de una reunión de crisis con los asistentes, pidió permiso al gobierno de Israel para visitar su país en solidaridad. La respuesta apareció la semana siguiente en los informes de los medios israelíes: "el Tiempo aún no ha llegado".

Días después, el presidente Biden intentó romper el estancamiento en el que se encontraba zelensky en el Capitolio. En lugar de pedirle al Congreso que vote sobre otro paquete separado de ayuda a Ucrania, Biden lo combinó con otras prioridades, incluido el apoyo a Israel y la seguridad de la frontera entre Estados Unidos y México. El paquete costará 105 mil millones de dólares, de los cuales 61 mil millones Irán a Ucrania. "Es una inversión inteligente", dijo Biden, "que pagará dividendos a la seguridad estadounidense durante generaciones".

Pero también fue un reconocimiento de que la ayuda a Ucrania por sí sola ya no tiene muchas posibilidades en Washington. Cuando le pregunté a Zelensky sobre esto, admitió que las manos de Biden parecían estar atadas por la oposición del partido republicano. La Casa Blanca, dijo, sigue comprometida a ayudar a Ucrania. Pero los argumentos sobre los valores compartidos ya no tienen mucho impacto en los políticos estadounidenses o en las personas que los eligen. "La política es así", me dice con una sonrisa cansada. "Están sopesando sus propios intereses".

Al comienzo de la invasión rusa, la misión de Zelensky era apoyar las simpatías de la humanidad. Ahora su tarea se ha vuelto más complicada. En sus viajes al extranjero y llamadas telefónicas presidenciales, debe convencer a los líderes mundiales de que la ayuda a Ucrania responde a sus propios intereses nacionales, que, como dijo Biden, "pagará dividendos". Esto se hace cada vez más difícil a medida que se multiplican las crisis mundiales.