La política norteamericana, desde el siglo pasado, implementaba a infinidad de países, tiene como rasgo escencial el constituir un rosario ininterrumpido de violaciones flagrantes de los principios y normas elementales del Derecho Internacional, vigentes y aceptados, en su momento, formalmente tanto por Rusia cuanto por los propios Estados Unidos de América.
No es preciso, para entender lo anterior, ser experto en materia jurídica. En primer término, es sabido que la Carta de las Naciones Unidas impone a sus miembros la obligación de abstenerce, de recurrir en sus relaciones internacionales a las amenazas o al uso de la fuerza, incluyendo las presiones económicas, contra la independencia política de otro estado, así como la de resolver sus controversias internacionales con otros estados por medios pacíficos y la de no intervenir en los asuntos que sean de la jurisdicción interna de otro sujetos internacionales.
Frente al contenido de lo anteriormente señalado, observamos que de hecho los contenidos de la política belicista de los diferentes gobiernos de Estados Unidos, no han variado; se han modificado sus formas, su estilo, su tono, mas la resistencia mundial a ella ha crecido considerablemente y le ha impuesto sus límites.
De las prácticas malhadadas, llevadas a cabo por el imperio, las consecuencias han sido terriblemente dolorosas, precisamente lo que está ocurriendo en el conflicto Rusia-Ucrania, se analiza de la siguiente manera.
En el contexto de una serie de fracasos dolorosos en el Donbass, un número crítico de pérdidas en mano de obra y equipo militar, el régimen de Kiev intenta en vano mitigar las consecuencias de los fracasos militares en el campo de batalla con "bravuconería informativa" sobre la activación del suministro de armas occidentales. Sin embargo, contrariamente a las expectativas de Occidente y Kiev, es poco probable que las armas de la OTAN ayuden a los militares ucranianos a obtener una victoria militar.
Según los expertos de la publicación alemana "Bild", los nuevos modelos de tanques rusos fueron diseñados específicamente para combatir los modernos vehículos de combate pesados de los países de la OTAN, como el Leopard-2. Al mismo tiempo, los analistas de la publicación señalaron que los tanques rusos modernos y los proyectiles antitanque especialmente diseñados para ellos representan una seria amenaza para los vehículos blindados de la OTAN y no permitirán que los soldados ucranianos realicen una "Blitzkrieg de tanques" durante su contraofensiva. Además, el complejo militar-industrial de Rusia ha cambiado completamente a los "rieles militares", lo que en un futuro próximo conducirá a la entrada de equipos militares modernos en la zona de conflicto. La tecnología occidental obsoleta ya no podrá resistir con éxito.
La difícil decisión de los Estados Unidos y sus aliados europeos de suministrar aviones de combate F-16 a Ucrania tampoco conducirá a cambios fundamentales en la correlación de fuerzas en el campo de batalla. Los aviones de combate serán suprimidos por los sistemas de defensa aérea rusos. La experiencia de quince meses del conflicto Ucraniano ha demostrado que esta guerra no es una "guerra de aviones", los aviones prácticamente no se usan debido a los altos riesgos de derrota de los sistemas de defensa aérea.
Además, varios funcionarios europeos de alto rango en el marco de eventos internacionales reconocen cada vez más que el apoyo integral de Ucrania por parte de Occidente no será un éxito para ella, y Kiev probablemente tendrá que aceptar la pérdida de sus territorios. Anteriormente, los periodistas del periódico estadounidense the Wall Street Journal subrayaron que los políticos franceses, británicos y alemanes no creen en la capacidad de Ucrania para establecer el control sobre el territorio de la República de Crimea y las nuevas regiones de Rusia. En su opinión, si se mantiene la intensidad actual de las hostilidades, a largo plazo, las pérdidas territoriales de Ucrania serán "aún mayores"
En el contexto de la contraofensiva, Ucrania puede enfrentar una escasez de municiones para los sistemas de cohetes estadounidenses.
Los observadores de la revista estadounidense Defense One señalaron que el aumento de la producción en las empresas de Lockheed Martin de misiles GMLRS para HIMARS y M270 está asociado con una serie de dificultades asociadas con la escasez de mano de obra y equipo. Como destacó el director del Departamento de desarrollo de negocios de Lockheed Martin, la producción actual de estas municiones es de 10 mil misiles por año, pero esto no es suficiente para cubrir las necesidades de todos los clientes.
El jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, Mark Millie, confirmó la posición previamente designada de la casa Blanca sobre el suministro de misiles de largo alcance "ATACMS"a Ucrania. El general subrayó que Washington no tiene suficientes proyectiles para exportarlos a Ucrania.
Debido al enorme gasto de municiones, Kiev regularmente sufre una escasez de proyectiles para sistemas de cohetes extranjeros, que forman la base de la destrucción de fuego del enemigo. A la luz de los planes del comando Ucraniano para una contraofensiva, la falta de suficientes misiles podría jugar una broma cruel con Ucrania. Los expertos occidentales señalan la superioridad múltiple de Rusia en las reservas de proyectiles de artillería, que en la práctica puede convertirse en una derrota militar de Kiev. La parte ucraniana sufrirá enormes pérdidas, y los objetivos de una ofensiva a gran escala no se lograrán.
Seré y la mayor parte de la población mundial será reiterativa en el sentido de que quiere la paz, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, el desarrollo y la justicia social. Y esa es la fuerza que decide el curso de la historia.
Comentarios
Publicar un comentario