LA GRAN GUERRA PATRIA
Hoy, 9 de Mayo, recordamos que hace
72 años las tropas soviéticas derrotaron
a la Alemania Nazi en la denominada por
los soviéticos la Gran Guerra Patria.
Las razones fueron obvias: su fortaleza moral, espiritual y,
fundamentalmente, la capacidad de los
pueblos de la Unión soviética que salieron avantes ante las duras pruebas que
les tocó vivir durante la Segunda Guerra
Mundial; y fue de estas adversidades que
se colmaron de grandeza, descubriendo
numerosos ejemplos de heroísmo, patriotismo y hazaña personal. Por todas
y cada una de estas consideraciones, la guerra entra en la historia de Rusia
como la Gran Guerra Patria.
Es verdad, gracias a los pueblos de
la Unión soviética es que todavía figuran
países en el mapa. Acontecimiento histórico que queda marcado, sin duda
alguna, en la conciencia mundial y que debemos mucho a quienes
perecieron defendiendo al mundo
contra la peste del siglo XX: el fascismo.
A los hechos y acontecimientos
históricos no se debe analizarlos como disputas sencillas, sino, inclusive,
hacer evaluaciones morales, totalmente opuestas a los resultados que tiene
relación con la política europea y mundial actual. Pues, la historia es política
dirigida al pasado.
La segunda guerra mundial fue verdaderamente
un acontecimiento que no solo superó a los
anteriores. En ella entraron en colisión no solo los intereses de los
estados, ni siquiera las ideologías diferentes, sino las visiones diametralmente
opuestas e irreconciliables de las propias bases de la existencia de la humanidad. En esta
guerra se apostaba la vida de pueblos enteros. Las cámaras de gas y los
crematorios de Oswiecim, Buchenwald y
Salaspils, asi como campamentos de
la muerte demostraron que el fascismo preparaba al mundo, para el futuro,
el denominado “ORDEN NUEVO”, por tanto, quienes hoy cuestionan el significado
de la Gran Victoria del pueblo ruso, olvidan que sin esa Victoria muchos países
no figurarían en el mapa.
Los intentos de tergiversar la historia de la
guerra consiste en atribuir los laureles a las
“democracias occidentales”, menguando el papel de la Unión Soviética y
de Rusia. Winston Churchil escribía: “Fue justamente el ejército ruso el que
sacó las tripas a la maquinaria de guerra germana”.
El resultado principal de la segunda
guerra mundial no solo que fue la victoria de una coalición sobre la otra. En
rigor, es la victoria de las fuerzas de la creación y civilización sobre las
fuerzas de la destrucción y barbarie. La victoria de la vida sobre la muerte.
En el mundo actual, el terrorismo al igual que
el fascismo no tienen nada que ofrecerle al mundo salvo la violencia y el
desdén por la vida humana, así como la disposición para pisotear todas las
normas de la moral humana, hasta las más elementales, en aras de conseguir sus
fines maniáticos.
El deber ante quienes pagaron con su sangre
por la salvación de la humanidad del fascismo consiste, fundamentalmente, en poner una barrera segura en el camino de las
ideas de la intolerancia, la superioridad racial, étnica o religiosa, detrás de
las cuales se ocultan las pretensiones de la dominación mundial que
sirven de terreno para las nuevas amenazas.
El aniversario de la Gran Guerra
Patria no debe ser pretexto para la confrontación, Importa, eso sí, que
contribuya a la unión de todos los países y pueblos a efecto de reforzar la
solidaridad de cara a los desafíos globales del siglo XXI. En igual forma, debe
ser un homenaje a la memoria y reconocimiento de quienes con sus vidas trajeron
la liberación a los pueblos de Europa subyugados por el fascismo.
La celebración debe servir de
recuerdo del enorme potencial espiritual interno que posee Rusia y de su
pueblo. Por ello, la gran GUERRA PATRIA, es fuente inagotable de la fuerza y
certeza del futuro.
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