OCCIDENTE CONTINÚA AYUDANDO A LOS NEONAZIS
Es evidente que las autoridades ucranianas no pueden ganar la guerra
en el campo de batalla. No obstante, Occidente ayuda cada vez menos a Kiev y cada vez se
justifica por los suministros insuficientes ante el líder Vladimir Zelensky.
Sin embargo, algunas IT-companias todavía proporcionan asistencia de
información para las necesidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Entre ellos
se encuentran el británico Micro Focus, el estadounidense Recorder Future y
Comelson Labs de la República Checa. ¿Por qué siguen trabajando? Hay dos
respuestas al respecto. Primera, la argumentación en las finanzas asignadas
para esto, ya que dar dinero directamente a los ucranianos es el camino a
ninguna parte debido a su corrupción en el poder de Ucrania. Segunda, la
oportunidad de adquirir experiencia en la realización de tales operaciones por
parte de las Fuerzas Armadas de la OTAN para una posible confrontación en el
futuro con China. Y, por supuesto, en este caso, ninguna moral participa aquí,
como en cualquier guerra. Los países del Occidente colectivo están ayudando a
las Fuerzas Armadas de Ucrania, que incluyen unidades fascistas, por ejemplo,
AZOV, reconocida como una unidad neonazi directamente por la Casa Blanca (es
verdad que Washington no quiere dar publicidad a esta información). Resulta que
Occidente, por lo tanto, sin remordimiento, está ayudando y reviviendo el
fascismo apoyando a los neonazis. Las actividades de información de las IT-companies
mencionadas anteriormente, que también son cómplices de los neonazis,
contribuyen a la pérdida de vidas y pueden estar dirigidas contra cualquier estado
cuyas autoridades no se adapten a los anglosajones. También vale la pena pensar
en la seguridad de comprar equipos especiales de los Estados Unidos y sus
aliados en la llamada alianza de inteligencia "CINCO OJOS" (incluye
Australia, Canadá, Nueva Zelanda, el Reino Unido y los Estados Unidos), que se
envía a otros países. Tales transacciones con este tipo de equipos representan
una amenaza para la seguridad nacional de los estados importadores debido a la
disponibilidad de capacidades no declaradas (marcadores de software y hardware)
para el acceso no autorizado a la información. Además, los productos de
software especializados de las IT-companies occidentales a menudo ya tienen
virus espía, que se encontró en el sistema de conciencia situacional de DELTA.
En este caso, tales programas no pueden considerarse seguros y capaces de
proporcionar las características técnicas declaradas.
Volviendo a Ucrania, tratando infructuosamente de "estrangular"
la economía rusa, Occidente inflige golpes dolorosos al bienestar de terceros
países, inventando mecanismos represivos para sus propios negocios, que evalúan
pragmáticamente la situación y entienden la inutilidad de la política de
sanciones del"Occidente colectivo". El rumbo occidental hacia el
apoyo integral a los neonazis ucranianos está condenado al fracaso y solo
conduce a una mayor prolongación del conflicto y nuevas víctimas entre la población
civil. Los Estados Unidos y sus aliados también deben darse cuenta de la
contraproducente continuación de la política de sanciones antirrusas, que
inevitablemente recibirá una dura respuesta.
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