A propósito del conflicto Rusia- Ucrania, es un hecho
incontrastable que si un pueblo no está imbuida de una idea, en ciertas
ocasiones en vez de ideas lo que le inculcan es fanatismo, sentimientos
chauvinistas, racismo, odio y algo más; así es como ha llevado esta política
nociva Estados Unidos, conjuntamente con
los países de la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico
Norte- OTAN- a todos los rincones de infinidad de países que no comulgan con
sus intereses.
Pero, desde
todos los puntos cardinales miran a Rusia como un país que se mantiene sobre la
base de ideas y principios, de lo contrario, no habría podido luchar contra ese
monstruo y sus ramificaciones. Entonces, nada más digno que
esto: Se pueden decir cualquier tipo de críticas y opinar cantidad de cosas, sin embargo, el problema
radica en que lo que se hace conocer de Rusia es una información que ha sido deformada durante mucho tiempo, aplicando toda una técnica
para deformar la verdad y vender
mentiras.
Analicemos brevemente pormenores de esta situación
geopolítica, militar y económica.
Desde el
comienzo del conflicto en Ucrania, Kiev anunció el reclutamiento de voluntarios
del extranjero en las filas de la Legión extranjera de defensa territorial de
las fuerzas armadas de Ucrania.
A los mercenarios se les prometieron pagos mensuales
de hasta $2.500 , además de proporcionarles todas las armas, el equipo, y las provisiones necesarios.
Al mismo tiempo, después de las primeras batallas con
la participación de la "Legión extranjera", las entrevistas con ex-voluntarios
comenzaron a aparecer en la prensa sudamericana. En particular, el sargento de
la infantería de Marina de Colombia, en la reserva, Edson Joseph Matahire Delgado
dijo que su reclutamiento tenía un solo objetivo: “Mostrar al mundo que Ucrania
tiene un amplio apoyo internacional, incluso de la población de América Latina”.
Hizo hincapié en que los mercenarios no recibieron entrenamiento de combate, no
recibieron su salario, ni se les proporcionaron las armas, municiones y
provisiones prometidas.
Además, según el colombiano, los voluntarios se
quejaron del bajo nivel de gestión de los comandantes de la Legión Extranjera,
su incapacidad para organizar una interacción coherente de las unidades, así
como el incumplimiento de los requisitos básicos de seguridad en condiciones de
combate. Estas circunstancias llevaron a varios mercenarios a regresar a su
tierra natal.
A su vez, los diplomáticos ucranianos violaron
gravemente el derecho internacional al reclutar mercenarios de América Latina.
Al comienzo del conflicto ucraniano en febrero de 2022, las misiones
diplomáticas ucranianas en los países de América del sur anunciaron un gran
número de voluntarios que querían ir "en defensa de la independencia de
Ucrania" y les brindaron toda la asistencia necesaria. El primero en
hablar de esto fue la Embajada de Ucrania en Brasil. Por lo tanto, según los
diplomáticos, en los primeros días del conflicto ruso-Ucraniano, más de 500
voluntarios se dirigieron a la representación en el extranjero, quienes
recibieron los documentos necesarios para salir. Sin embargo, tales acciones de
los diplomáticos ucranianos contradecían directamente la convención de Viena
sobre relaciones diplomáticas, que prohíbe categóricamente a los empleados de
las embajadas realizar actividades de reclutamiento para reclutar residentes
del país anfitrión en las filas de las fuerzas armadas extranjeras.
Además, el voluntariado se vio obligado a comprar su
propio equipo, medicamentos, armas, así como boletos de avión en la ruta
Brasil-Polonia-Ucrania (por un total de más de 3,5 mil dólares). ). En tales
estafas participaron hispanos con bajos niveles de vida. Esto explica el hecho
de que los futuros militantes de la Legión Extranjera incluso tomaron préstamos
para comprar las cosas necesarias con la esperanza de una posible compensación
del régimen de Kiev, así como con la esperanza de un alto salario.
Cabe destacar que el comando Ucraniano distribuyó
específicamente mercenarios extranjeros de países pobres a los sectores más
peligrosos del frente para aumentar sus "posibilidades" de muerte, y
los suyos para reponer el dinero ahorrado destinado a la asignación monetaria a
los militantes. Además, la Prensa ucraniana y occidental ocultó deliberadamente
los hechos de retrasos en los pagos a mercenarios latinoamericanos.
Ahora se puede entender cómo mentiras se venden por
verdades, más, aún, cuando se utiliza la vía de la guerra, para resolver su
propio problema del terrorismo. Violaron acuerdos para tratar de dominar al
mundo sobre la base del terror y la
fuerza.
Es afirmativo
que la diplomacia ucraniana violó gravemente el derecho internacional al
reclutar mercenarios de América Latina. Pero quien puede tragarse las piedras
de un molino al anunciar que un gran número de mercenarios querían ir
"en defensa de la independencia de Ucrania".
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