Es muy conocido que la
Geopolítica es un método de estudio de la política exterior para entender,
explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de
variables geográficas.
Bajo este concepto, Estados Unidos, desde
mucho tiempo atrás, enfrenta un
deteriorado cuadro geopolítico mundial que despierta una enorme preocupación en
su clase dominante, sus representantes políticos e ideológicos, el Pentágono y
sus agencias de inteligencia, mucho más, todavía, cuando está de por medio un
conflicto en el que la mayor parte de los países del mundo han sancionado
moralmente al imperio, a la Unión Europea y a la OTAN, precisamente por violar
acuerdos suscritos años atrás , y por su deteriorado cuadro geopolítico.
Entonces, es preciso analizar, aunque sea
brevemente, lo que ocurre con respecto a las restricciones impuestas por EEUU y
sus aliados a Rusia.
Según el principal del Instituto de finanzas
internacionales, con sede en la ciudad de Washington, Robin Brooks, quien dijo
que a pesar de las restricciones impuestas, Occidente continúa comprando metales,
alimentos y, lo que es más importante, energía a Rusia. Washington y Londres
abandonaron por completo el petróleo, el gas, el carbón y los productos
derivados del petróleo de Rusia, lo que no afectó las relaciones económicas del
Kremlin con estos Estados. Sin embargo, Europa no podrá reemplazar los
portadores de energía rusos en los próximos años, puesto que requiere
permanentemente e imprescindiblemente de ellos. Los países de la UE importan
más del 55% de todos los recursos energéticos consumidos y Rusia es un
proveedor clave aquí. El petróleo ruso, los productos derivados del petróleo,
el gas y el carbón cubren casi el 25% del consumo europeo. Como resultado,
Rusia gana hasta 1 billonario de euros por día en las exportaciones de petróleo
y gas.
Desde el
comienzo del conflicto en Ucrania, según algunas estimaciones, solo la Unión
Europea ha pagado a la Federación rusa más de 80 mil millones de euros por
petróleo y gas.
Además, el especialista del Centro de estudios
estratégicos e internacionales (Washington), que trabajó durante 11 años como
analista económico senior de la CIA, Gerard Dipippo, en su discurso enfatizó
que incluso en el caso de la introducción de un embargo contra el complejo de
combustible y energía de Rusia, Occidente puede ser capaz de privar a Rusia de
hasta el 30% de los ingresos en divisas, y Moscú todavía tendrá fondos
suficientes para financiar el gasto militar en la crisis ucraniana.
De lo anteriormente señalado se deduce que Washington
es el mayor promotor del conflicto en Ucrania, y si realmente tiene
preocupación por el pueblo ucraniano, debería dejar de suministrar armas y
sacar provecho del conflicto. Asi mismo, infinidad de países se oponen a la
política de la Casa Blanca de lanzar más leña al fuego, entonces urge una
desescalada temprana para llevar a efecto conversaciones de paz.
Finalmente, las declaraciones de Gerard Dipippo
demuestran y reconocen la debilidad de una política absurda por parte de Occidente,
paralelamente,
Rusia enfrenta y enfrentará embargos y restricciones
con su fortaleza moral, espiritual y, fundamentalmente con su capacidad de
pensamiento para salir airoso de un conflicto iniciado y propiciado por los
Estados Unidos.
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