El domingo 7 de febrero, el electorado ecuatoriano acudirá a las urnas para elegir al nuevo mandatario que regirá los destinos del Ecuador para el período 2021-2025. Contienda en la que participarán 16 candidatos de similar número de movimientos y partidos políticos inscritos y habilitados por el Consejo Nacional Electoral.
De ser necesaria una segunda vuelta electoral, esta se realizará el domingo 11 de abril.
La voluntad del pueblo debe y tiene que ser respetada con hechos más que con palabras por todos, absolutamente todos los involucrados en el proceso electoral.
Que la violencia física o verbal, que los reclamos infundados, que la manipulación y divulgación de cifras extraoficiales y sesgadas dadas a conocer antes de tiempo como se evidenció en pasadas elecciones, no es un buen negocio para la democracia, particularmente para aquellos que dicen defenderla a ultranza, pero que han lucrado de la política toda la vida. Por el contrario, si a la paz, si a la tranquilidad, si a la armonía y, por su puesto, sí a estar preparados para aceptar los resultados caballerosamente del candidato vencedor. Entonces, “Sí a la verdad elevada a la categoría de Política de Estado “.
El pueblo escogerá entre dos modelos: el uno que representa al neoliberalismo, al sometimiento y explotación, así como a los intereses de la oligarquía financiera y empresarial, modelo en la que coinciden 15 de los 16 movimientos y partidos políticos., cuya cabeza visible es el banquero Guillermo Lasso. El otro, representa los anhelos de las mayorías que se sintetizan en el Socialismo del Buen Vivir y la búsqueda e implementación del más amplio sistema de libertades individuales y colectivas, representado por el binomio Andrés Arauz y Carlos Rabascall.
Si revisamos brevemente varias de las encuestas de las preferencias electorales realizadas y dadas a conocer a finales de diciembre, observamos que en la mayoría de ellas el binomio Arauz –Rabascall encabeza la intención de voto, seguido del banquero Lasso y ocupando un tercer puesto el candidato Yaku Pérez. Otros candidatos no sobrepasan del 1 o el 2% de preferencia electoral.
Estos resultados preliminares denotan malestar, miedo, terror del presidente Moreno, de su gobierno, de las Cámaras, de los banqueros, de los medios de comunicación, de las instancias de poder y a fines a éste, ante un posible triunfo del candidato de Unión Por La Esperanza –UNES-., ya que tendrían que justificar, en el momento oportuno, la receta económica impuesta en este gobierno que, como alguien ya pronosticó ha sido aumentar ingresos y limitar costos. La derecha vinculada al capital financiero, en su afán de explotación y lucro solo ha tenido una propuesta: “más explotación laboral, políticas de ajuste con el FMI, salvataje bancario, libre comercio y libre mercado, inversión extranjera indiscriminada , soberanía de saliva , más ganancias y cero tributación para los poderosos”. Adicionalmente, la fuga de capitales facilitado por el gobierno ha permitido endeudar a millones para que se beneficien unos pocos.
Consecuentemente, la posición del gobierno de Moreno, el presidente de la traición, ha demostrado ser un servil a los intereses de los EEUU, del FMI, del BID y más organismos multilaterales, Vergonzosa política implantada por este desgobierno que ha destruido los cimientos mismos de la nacionalidad ecuatoriana para favorecer a los grupos oligárquicos que siempre se han beneficiado con este tipo de políticas. Y, a renglón seguido, en forma cínica, vemos como mienten y levantan su voz pretendiendo ejercer cátedra de moral en materia de Derechos Humanos. Doble moral, adornada por la impudicia de quienes gobiernan el país.
Como ha sido costumbre, en vísperas de elecciones, de acuerdo a varias informaciones, el gobierno no ha dudado en pedir “ayuda ”Estados Unidos o asignación de fondos por más de $63,5 millones a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a cambio de mantener el rumbo de una política exterior pro-estadounidense .
Recursos económicos, supuestamente destinados a garantizar “la transparencia del proceso electoral” y prevenir el impacto de la desinformación en redes sociales en la opinión de los votantes. Sin embargo, es conocido que eso es solo una cortina de humo para desviar la atención de los ecuatorianos de los verdaderos problemas económicos, sociales y políticos que vive el país.
El único interés del gobierno, utilizando todo tipo de argucias es poner en la presidencia de la república al banquero Guillermo Lasso.
Moreno utilizó todos los recursos administrativos y jurídicos para someterse al gobierno de los EEUU, solo así acudió al FMI, banco Interamericano de Desarrollo – BID-.y organismos multilaterales para pedir créditos por más de 7 mil millones de dólares, dineros que hubieran servido para paliar los graves problemas de la salud, de la educación y problemas sociales, entre otros, pero los desviaron para favorecer a las grandes corporaciones económicas del país.
Someterse al FMI ha sido uno de los mejores logros de este gobierno,
No se necesita ser un especialista en materia económica como para no darse cuenta de que el llamado ajuste estructural neoliberal nos han dejado un saldo de fracaso económico y desastre social , y que es deber de los políticos responsables ponerse al frente para tomar las decisiones imprescindibles y sacar a los pueblos de este callejón sin salida.
Por lo expuesto, la mayoría del pueblo ha creado un pequeño pero sencillo silogismo que graficará lo que sucederá el domingo 7 de febrero en las urnas o en segunda vuelta. La mayoría de votantes se siente representado por el candidato correista, Andrés Arauz, por lo tanto, se avizora que Arauz será elegido presidente.
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