Las Olimpíadas o Juegos Olímpicos constituye un
gran evento internacional, no sólo por su carácter político, sino también por
lo mediático y social.
Estamos acostumbrados a presenciar, cada
cuatro años -casi siempre por televisión- la celebración de los Juegos
Olímpicos, que en esta ocasión se desarrollan en Brasil, y que son mucho más
conocidos como los Juegos de Río.
Pero, algo extraño sucede en este cónclave deportivo mundial: una
comisión deportiva ha excluido a más de un centenar de los 387 atletas de la
delegación rusa por tener supuestamente historiales de dopaje o incumplir las
reglas de la Agencia Mundial de Antidopaje.
Putin, el mandatario ruso, ha manifestado
tajantemente que: “no podemos aceptar la descalificación infundada de nuestros
atletas con historiales absolutamente limpios de dopaje. No podemos y
no aceptaremos lo que es de hecho una pura discriminación”.
“Esta es una sanción políticamente motivada
contra Rusia. No tiene ningún fundamento”, dijo Vladímir Uiba, jefe de la Agencia Federal Médico-Biológica
(AFMB) de Rusia, a la agencia Interfax.
Por su parte, el ministro de Deportes, Vitali Mutkó, recordó que la Agencia Mundial Antidopaje
únicamente ha realizado “recomendaciones”. No hay que mezclar las cosas. La
comisión no tiene derecho a excluir a nadie, dijo.
Mutkó recordó que los deportistas afectados por
casos de dopaje en los Juegos Olímpicos de Londres fueron castigados y
destituyó al presidente de la Federación Rusa de Atletismo, Valentín Balájnichev.
“En Rusia hemos creado un sistema normal. No
encubrimos a nadie. Estamos trabajando, pero nadie está encubriendo a nadie”,
añadió.
Al respecto, connotados analistas de varios
países del mundo se han pronunciado en el sentido de que la intención
de Estados Unidos y varios de sus aliados occidentales de excluir, de
cualquier manera, a los deportistas rusos de los juegos Olímpicos 2016, lleva
un carácter eminentemente político y no tiene nada en común con los principios
y reglas del Comité Olímpico Internacional.
Además, la decisión del Comité Olímpico
Internacional de excluir a deportistas rusos de los Juegos Olímpicos de Río, podría
significar el primer paso hacia la desintegración del Movimiento Olímpico
Internacional.
La Agencia Mundial Antidopaje, según varios
analistas del deporte, se ha convertido en una herramienta de presión por parte
de los Estados Unidos hacia otros países que son incómodos a sus intereses.
Los analistas también señalan que las decisiones del
Tribunal Arbitral del Deporte son preconcebidas e injustas. Es inaceptable la práctica de
esta aplicación de castigo colectivo a los deportistas en vez de castigar a las
personas que son culpables de casos de dopaje.
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