Sin duda alguna, el Gobierno, el Senado y el mismo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, con su nefasta política de estado, han llevado a Ucrania a un colapso económico, social y político, que ha desencadenado el rechazo y descontento de la mayoría de países del mundo.
Expertos en el análisis de los conflictos en Europa, sostienen que además de los problemas económicos, sociales, políticos etc., por los que atraviesa Ucrania se suman la crisis ideológica, el intervencionismo y la inestabilidad del gobierno, situaciones que han comprometido seriamente la existencia de este país, sin descartar la posibilidad de establecerse una dictadura fascista.
De otra parte, producto del trabajo pro estadounidense y del poder en Kiev, la confianza en el gobierno y su presidente ha bajado notablemente desde el año 2014. Adicionalmente, crece en Ucrania la crisis económica provocada por la ruptura de relaciones económicas tradicionales con los estados vecinos.
También, el acuerdo sumamente desventajoso con la Unión Europea, la guerra civil y las reformas desatinadas agravan la situación.
Según analistas, el desbordado aumento en los precios de bienes y servicios, incide en la crítica situación económica, inclusive se ha llegado a comparar los bajos ingresos de la población ucraniana con los paupérrimos ingresos de ciertos países africanos.
Expertos anotan varios hechos comentados en Occidente que tienen que ver con el enriquecimiento de las élites oligarquías ucranianas, y que la integración de Ucrania a la Unión Europea pasa por un momento diferente al que pensaban los que provocaron el golpe de estado. Se ha notado la desconfianza, según expertos, de países occidentales con el gobierno de Ucrania que, en principio, prometían su apoyo al nuevo poder ucraniano en los años 2014 - 2015.
Actualmente, Washington está decepcionado de las autoridades de Ucrania, pues los países de la Unión Europea están obligados a sufrir las pérdidas económicas y políticas que surgieron luego de la ruptura de relaciones con Rusia por el tema ucraniano.
El agravamiento de la crisis económica y el debilitamiento del gobierno ucraniano pueden provocar una nueva revuelta, precisamente con la llegada al poder de nuevos líderes radicales con quienes se estaría inaugurando una dictadura fascista.
La situación en Ucrania es tan grave que se la compara con la Alemania de la época de Hitler.
Según la opinión de expertos, cualquier persona en el país puede tomar el poder en sus manos. Sin embargo, la “seudo democracia ucraniana” se mantiene exclusivamente por la falta de líderes con ideas nacionalista
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