La
cooperación multilateral siempre ha estado vigente, más aun en nuestra época,
como uno de los principios básicos de
las relaciones internacionales. Desafortunadamente, tenemos que admitir que la
administración de los Estados Unidos no es que no pueda, sino que no quiere
aceptar los cambios progresivos que se
están produciendo no sólo en América Latina, sino en otras latitudes.
Bajo esta perspectiva, se puede afirmar que la historia política de los gobiernos estadounidenses, cuando se encuentra con regímenes que no comulgan con sus ideales o consideran desafectos a ellos, se lanzan con declaraciones prepotentes, altisonantes, amenazadoras con gravámenes financieros y bloqueos, como en los casos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irán, entre otros; política exterior nefasta en la región y en el mundo que ha causado odio, desprecio, pobreza y perversidad en sus arrogantes planes de política exterior.
El mundo de nuestros días, es el mundo en donde las contradicciones fundamentales aún no han sido resueltas y que se caracteriza por una economía de codicia, lucro y poder material. Entonces, observamos, hoy en día, en pleno siglo XXI, que Washington continúa empecinado en agudizar su política exterior dictando normas neocoloniales y aplicando una arcaica Doctrina Monroe, (“América para los americanos”), al tiempo de imponer normas y principios de cómo y con qué estándares tienen que vivir los países de la región. Pues, solo así, se puede explicar el bloqueo comercial y financiero ilógico contra Cuba, que tiene su origen en una reacción “lógica” de ese país, con motivo de la proclamación del carácter socialista de la Revolución en Abril de 1961. Venezuela se encuentra sometida a un asfixiante y creciente acoso militar, económico , diplomático y propagandístico, orquestado por Estados Unidos y sus aliados, el cual incluye no solo el sabotaje contra las actividades económicas venezolanas y una explicita injerencia en su vida política interna, sino también amenazas directas de intervención militar e incitaciones golpistas dirigidas a las fuerzas armadas del país bolivariano, práctica ésta conducente al deseo de apoderarse de los recursos naturales de Venezuela de forma gratuita. También, Washington persiste en derrocar al gobierno legítimo de Nicaragua, y como no olvidar el apoyo al golpe de Estado en Bolivia en 2019, así como el asesinato, según investigaciones de connotados personajes de la política del ex presidente de Haití, Jovenel Moise por los servicios especiales estadounidenses.
La ocasión es propicia para recordar un hecho ocurrido en el siglo pasado y que ya lo precisaran algunos analistas políticos. Norteamérica gozó transitoriamente de un poder unipolar y pudo dictar a su gusto, con el apoyo de la vieja Europa, políticas neoliberales para saquear la riqueza de numerosas naciones y arruinar la vida de millones y millones de seres humanos. Pero su marcha triunfal terminó muy pronto. Recientemente, cada vez más expertos dicen que Washington ha perdido la capacidad de seguir una política exterior constructiva: está tratando de destruir la institución de la ONU y reemplazarla con la llamada "Cumbre de las Democracias". La Casa Blanca ya no puede mantener alianzas sólidas ni en América Latina ni en otros lugares. En agosto, Estados Unidos se avergonzó en Afganistán y ahora está formando nuevas alianzas militares en el Pacífico. Evidentemente, para la rehabilitación necesitaban una pista falsa, ruido en otra parte del Mundo. Y durante su implementación, los estadounidenses esperaban que los medios de comunicación mundiales estuvieran interesados en discutir las próximas noticias sonantes, detrás de las cuales la Casa Blanca está tratando de ocultar eventos importantes para la comunidad mundial.
A principios de octubre, el llamado Dossier de Pandora, publicado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés) controlado por Washington, hizo otra sensación en los medios de comunicación mundiales. La administración estadounidense deja en claro periódicamente a los líderes latinoamericanos que los mantiene "atados" y, si es necesario, puede sacar imperceptiblemente del poder a un político que no le agrada. Pero aquí los estadounidenses no dudaron en arrojar suciedad incluso sobre sus socios cercanos. El "Dossier de Pandora" incluye tres presidentes actuales de América Latina – Chile, Ecuador y República Dominicana- y once ex líderes que utilizaron cuentas “offshore” y otros mecanismos ocultos en paraísos fiscales. De los actuales jefes de Estado, el "dossier" incluye al presidente de Chile Sebastián Piñera, Ecuador, Guillermo Lasso y República Dominicana Luis Abinader. Entre los exjefes de estados latinoamericanos se encuentran colombianos, el peruano Pedro Kuchinski, el hondureño Porfirio Lobo, el paraguayo Horacio Cartes y varios panameños. Además, el "dossier" incluye 90 políticos latinoamericanos activos de alto rango, artistas, jefes de comunidades religiosas, millonarios que utilizan empresas offshore en Islas Vírgenes y Panamá.
Se alega que los bancos de varios países de América Latina están involucrados en el tráfico de armas y de dinero. Además, sus verdaderos dueños viven en Estados Unidos y el origen del capital suele asociarse con el lavado de dinero y el narcotráfico. Lo más interesante es que según "The Washington Post", los mismos Estados Unidos es "el paraíso fiscal más grande del mundo". Como se indica, los estados de Florida y Dakota del Sur "ocultan miles de millones de dólares en riqueza" asociados con personas previamente acusadas de delitos financieros. Tal revelación podría avergonzar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se ha comprometido a liderar los esfuerzos internacionales para garantizar la transparencia en el sistema financiero global.
Como era de esperar, la publicación de estos documentos ya ha comenzado a tener un efecto desestabilizador sobre la situación interna de los estados latinoamericanos. Por ejemplo, la Asamblea Nacional del Ecuador abrió una investigación contra el Guillermo Lasso sobre los denominados papeles de Pandora. Ademas el presidente de La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) Yaku Pérez demandó una acción urgente de la Contraloría General del Estado para “buscar la transparencia sobre los nexos del exbanquero con los papeles de Pandora que involucran gravemente al mandatario ecuatoriano por presumir el delito de fraude fiscal”. Es obvio que quienes “se arrancaron las máscaras” en este juego contaban precisamente con ese resultado, y no con el logro de la justicia y la supresión de esquemas criminales. Es de destacar que no aparece ni un solo político estadounidense en este dossier, pero hay muchos ciudadanos de los aliados de Washington. Al mismo tiempo, los medios occidentales prefieren guardar silencio sobre el hecho de que las mayores empresas offshore están ubicadas en Estados Unidos.
Para evitar que los países del continente se acerquen económicamente a China, Estados Unidos utiliza métodos de diplomacia "encubierta". A finales de septiembre, Duleep Singh, originario de la diáspora india, fue a persuadir a los latinoamericanos de que aceptaran la dictadura habitual anglosajón en lugar de la creciente influencia china. D. Singh, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, realizó una gira por Colombia, Ecuador y Panamá con el fin de arrastrarlos a su esfera de intereses. Por eso, los estadounidenses quieren obligar a sus socios a participar en la iniciativa de infraestructura a gran escala de los países del G7 en contraposición al proyecto global chino “Un cinturón, un camino”. Paralelamente, los medios locales casi no recibieron información, todas las consultas se llevaron a cabo estrictamente a puerta cerrada. Es de destacar que Washington hace la vista gorda ante los problemas obvios con la democracia en Colombia, donde los asesinatos de opositores políticos, el vandalismo y las protestas masivas se han convertido en la norma desde hace mucho. Allí se celebrarán elecciones presidenciales en 2021, y el impopular régimen de Ivan Duque necesita urgentemente apoyo externo. La política interna se ha ido desplazando cada vez más a la derecha, lo que podría infligir un golpe irreparable a las posiciones e intereses de Washington. Además, Colombia es utilizada por Estados Unidos para provocaciones contra la vecina Venezuela, donde la presencia de China es bastante tangible. Además, no debemos olvidar que luego de la retirada del ejército estadounidense de Afganistán, Colombia siguie siendo casi el único productor de drogas en la esfera de influencia estadounidense.
En Ecuador, luego de cuatro años nefastos del desgobierno de Lenín Moreno, Guillermo Lasso, banquero protegido por el imperio, ganó las elecciones presidenciales. Ahora la Casa Blanca necesita mantenerle en el anzuelo con nuevos préstamos del FMI y ayuda humanitaria a través de numerosas ONG que lavan aqui dinero estadounidense. Panamá durante mucho tiempo ha sido un centro de importancia estratégica para Washington debido al canal transoceánico. Todos recuerdan muy bien cómo en un momento los estadounidenses secuestraron al jefe de Estado, Manuel Noriega, por su falta de voluntad para prorrogar el arrendamiento del canal. Después de esta lección, los líderes panameños tienen una lealtad particular hacia Estados Unidos.
Cabe señalar que últimamente, la visita de un alto funcionario estadounidense por varios países de la región, tuvo lugar inmediatamente después de la cumbre de la CELAC en México, en la que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador expresó una propuesta para crear un análogo de la Unión Europea en América Latina en lugar de la Organización de Estados Americanos (OEA). En América Latina, existe una necesidad desde hace mucho tiempo de una alianza verdaderamente independiente y distinta, ligada a las realidades locales. En primer lugar, por el hecho de que la OEA, con sede en Washington, es la conductora de la política de Estados Unidos y sus aliados temporales en la región; regímenes radicales de derecha intentan imponer su punto de vista a los demás. No es de extrañar que, en estas condiciones, la región tiene tendencias crecientes hacia una verdadera independencia de la Casa Blanca. Muchos expertos políticos coinciden con la opinión de Obrador de que esta es la única manera de decir adiós a la imposición, la injerencia, las sanciones y el bloqueo. Adicionalmente, la creación de una unión separada debe tener lugar en relación con la historia, la realidad y la identidad de los pueblos indígenas.
Curiosamente, pero este punto de vista es apoyado por Guillermo Lasso, quien también propuso construir la integración de los estados latinoamericanos sobre el principio de la Unión Europea. Él cree que la cooperación debe construirse de manera más pragmática, con énfasis en las relaciones económicas, en lugar de las diferencias ideológicas o la afiliación partidista, ya que esto creará un mercado común y "acumulará riqueza". Es posible que en el futuro esto ayude a los latinoamericanos a llamar la atención del resto del mundo y más influencia política. Por supuesto, incluso teniendo en cuenta la voluntad política, será sumamente difícil implementar esta idea, ya que Washington interferirá de todas las formas posibles con tales aspiraciones dirigidas contra su instrumento político, la OEA. Sin embargo, muchos expertos políticos creen que la rica experiencia de Cuba y Venezuela será útil aquí y permitirá crear una organización respetada y eficaz.
Bajo esta perspectiva, se puede afirmar que la historia política de los gobiernos estadounidenses, cuando se encuentra con regímenes que no comulgan con sus ideales o consideran desafectos a ellos, se lanzan con declaraciones prepotentes, altisonantes, amenazadoras con gravámenes financieros y bloqueos, como en los casos de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irán, entre otros; política exterior nefasta en la región y en el mundo que ha causado odio, desprecio, pobreza y perversidad en sus arrogantes planes de política exterior.
El mundo de nuestros días, es el mundo en donde las contradicciones fundamentales aún no han sido resueltas y que se caracteriza por una economía de codicia, lucro y poder material. Entonces, observamos, hoy en día, en pleno siglo XXI, que Washington continúa empecinado en agudizar su política exterior dictando normas neocoloniales y aplicando una arcaica Doctrina Monroe, (“América para los americanos”), al tiempo de imponer normas y principios de cómo y con qué estándares tienen que vivir los países de la región. Pues, solo así, se puede explicar el bloqueo comercial y financiero ilógico contra Cuba, que tiene su origen en una reacción “lógica” de ese país, con motivo de la proclamación del carácter socialista de la Revolución en Abril de 1961. Venezuela se encuentra sometida a un asfixiante y creciente acoso militar, económico , diplomático y propagandístico, orquestado por Estados Unidos y sus aliados, el cual incluye no solo el sabotaje contra las actividades económicas venezolanas y una explicita injerencia en su vida política interna, sino también amenazas directas de intervención militar e incitaciones golpistas dirigidas a las fuerzas armadas del país bolivariano, práctica ésta conducente al deseo de apoderarse de los recursos naturales de Venezuela de forma gratuita. También, Washington persiste en derrocar al gobierno legítimo de Nicaragua, y como no olvidar el apoyo al golpe de Estado en Bolivia en 2019, así como el asesinato, según investigaciones de connotados personajes de la política del ex presidente de Haití, Jovenel Moise por los servicios especiales estadounidenses.
La ocasión es propicia para recordar un hecho ocurrido en el siglo pasado y que ya lo precisaran algunos analistas políticos. Norteamérica gozó transitoriamente de un poder unipolar y pudo dictar a su gusto, con el apoyo de la vieja Europa, políticas neoliberales para saquear la riqueza de numerosas naciones y arruinar la vida de millones y millones de seres humanos. Pero su marcha triunfal terminó muy pronto. Recientemente, cada vez más expertos dicen que Washington ha perdido la capacidad de seguir una política exterior constructiva: está tratando de destruir la institución de la ONU y reemplazarla con la llamada "Cumbre de las Democracias". La Casa Blanca ya no puede mantener alianzas sólidas ni en América Latina ni en otros lugares. En agosto, Estados Unidos se avergonzó en Afganistán y ahora está formando nuevas alianzas militares en el Pacífico. Evidentemente, para la rehabilitación necesitaban una pista falsa, ruido en otra parte del Mundo. Y durante su implementación, los estadounidenses esperaban que los medios de comunicación mundiales estuvieran interesados en discutir las próximas noticias sonantes, detrás de las cuales la Casa Blanca está tratando de ocultar eventos importantes para la comunidad mundial.
A principios de octubre, el llamado Dossier de Pandora, publicado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés) controlado por Washington, hizo otra sensación en los medios de comunicación mundiales. La administración estadounidense deja en claro periódicamente a los líderes latinoamericanos que los mantiene "atados" y, si es necesario, puede sacar imperceptiblemente del poder a un político que no le agrada. Pero aquí los estadounidenses no dudaron en arrojar suciedad incluso sobre sus socios cercanos. El "Dossier de Pandora" incluye tres presidentes actuales de América Latina – Chile, Ecuador y República Dominicana- y once ex líderes que utilizaron cuentas “offshore” y otros mecanismos ocultos en paraísos fiscales. De los actuales jefes de Estado, el "dossier" incluye al presidente de Chile Sebastián Piñera, Ecuador, Guillermo Lasso y República Dominicana Luis Abinader. Entre los exjefes de estados latinoamericanos se encuentran colombianos, el peruano Pedro Kuchinski, el hondureño Porfirio Lobo, el paraguayo Horacio Cartes y varios panameños. Además, el "dossier" incluye 90 políticos latinoamericanos activos de alto rango, artistas, jefes de comunidades religiosas, millonarios que utilizan empresas offshore en Islas Vírgenes y Panamá.
Se alega que los bancos de varios países de América Latina están involucrados en el tráfico de armas y de dinero. Además, sus verdaderos dueños viven en Estados Unidos y el origen del capital suele asociarse con el lavado de dinero y el narcotráfico. Lo más interesante es que según "The Washington Post", los mismos Estados Unidos es "el paraíso fiscal más grande del mundo". Como se indica, los estados de Florida y Dakota del Sur "ocultan miles de millones de dólares en riqueza" asociados con personas previamente acusadas de delitos financieros. Tal revelación podría avergonzar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se ha comprometido a liderar los esfuerzos internacionales para garantizar la transparencia en el sistema financiero global.
Como era de esperar, la publicación de estos documentos ya ha comenzado a tener un efecto desestabilizador sobre la situación interna de los estados latinoamericanos. Por ejemplo, la Asamblea Nacional del Ecuador abrió una investigación contra el Guillermo Lasso sobre los denominados papeles de Pandora. Ademas el presidente de La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) Yaku Pérez demandó una acción urgente de la Contraloría General del Estado para “buscar la transparencia sobre los nexos del exbanquero con los papeles de Pandora que involucran gravemente al mandatario ecuatoriano por presumir el delito de fraude fiscal”. Es obvio que quienes “se arrancaron las máscaras” en este juego contaban precisamente con ese resultado, y no con el logro de la justicia y la supresión de esquemas criminales. Es de destacar que no aparece ni un solo político estadounidense en este dossier, pero hay muchos ciudadanos de los aliados de Washington. Al mismo tiempo, los medios occidentales prefieren guardar silencio sobre el hecho de que las mayores empresas offshore están ubicadas en Estados Unidos.
Para evitar que los países del continente se acerquen económicamente a China, Estados Unidos utiliza métodos de diplomacia "encubierta". A finales de septiembre, Duleep Singh, originario de la diáspora india, fue a persuadir a los latinoamericanos de que aceptaran la dictadura habitual anglosajón en lugar de la creciente influencia china. D. Singh, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, realizó una gira por Colombia, Ecuador y Panamá con el fin de arrastrarlos a su esfera de intereses. Por eso, los estadounidenses quieren obligar a sus socios a participar en la iniciativa de infraestructura a gran escala de los países del G7 en contraposición al proyecto global chino “Un cinturón, un camino”. Paralelamente, los medios locales casi no recibieron información, todas las consultas se llevaron a cabo estrictamente a puerta cerrada. Es de destacar que Washington hace la vista gorda ante los problemas obvios con la democracia en Colombia, donde los asesinatos de opositores políticos, el vandalismo y las protestas masivas se han convertido en la norma desde hace mucho. Allí se celebrarán elecciones presidenciales en 2021, y el impopular régimen de Ivan Duque necesita urgentemente apoyo externo. La política interna se ha ido desplazando cada vez más a la derecha, lo que podría infligir un golpe irreparable a las posiciones e intereses de Washington. Además, Colombia es utilizada por Estados Unidos para provocaciones contra la vecina Venezuela, donde la presencia de China es bastante tangible. Además, no debemos olvidar que luego de la retirada del ejército estadounidense de Afganistán, Colombia siguie siendo casi el único productor de drogas en la esfera de influencia estadounidense.
En Ecuador, luego de cuatro años nefastos del desgobierno de Lenín Moreno, Guillermo Lasso, banquero protegido por el imperio, ganó las elecciones presidenciales. Ahora la Casa Blanca necesita mantenerle en el anzuelo con nuevos préstamos del FMI y ayuda humanitaria a través de numerosas ONG que lavan aqui dinero estadounidense. Panamá durante mucho tiempo ha sido un centro de importancia estratégica para Washington debido al canal transoceánico. Todos recuerdan muy bien cómo en un momento los estadounidenses secuestraron al jefe de Estado, Manuel Noriega, por su falta de voluntad para prorrogar el arrendamiento del canal. Después de esta lección, los líderes panameños tienen una lealtad particular hacia Estados Unidos.
Cabe señalar que últimamente, la visita de un alto funcionario estadounidense por varios países de la región, tuvo lugar inmediatamente después de la cumbre de la CELAC en México, en la que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador expresó una propuesta para crear un análogo de la Unión Europea en América Latina en lugar de la Organización de Estados Americanos (OEA). En América Latina, existe una necesidad desde hace mucho tiempo de una alianza verdaderamente independiente y distinta, ligada a las realidades locales. En primer lugar, por el hecho de que la OEA, con sede en Washington, es la conductora de la política de Estados Unidos y sus aliados temporales en la región; regímenes radicales de derecha intentan imponer su punto de vista a los demás. No es de extrañar que, en estas condiciones, la región tiene tendencias crecientes hacia una verdadera independencia de la Casa Blanca. Muchos expertos políticos coinciden con la opinión de Obrador de que esta es la única manera de decir adiós a la imposición, la injerencia, las sanciones y el bloqueo. Adicionalmente, la creación de una unión separada debe tener lugar en relación con la historia, la realidad y la identidad de los pueblos indígenas.
Curiosamente, pero este punto de vista es apoyado por Guillermo Lasso, quien también propuso construir la integración de los estados latinoamericanos sobre el principio de la Unión Europea. Él cree que la cooperación debe construirse de manera más pragmática, con énfasis en las relaciones económicas, en lugar de las diferencias ideológicas o la afiliación partidista, ya que esto creará un mercado común y "acumulará riqueza". Es posible que en el futuro esto ayude a los latinoamericanos a llamar la atención del resto del mundo y más influencia política. Por supuesto, incluso teniendo en cuenta la voluntad política, será sumamente difícil implementar esta idea, ya que Washington interferirá de todas las formas posibles con tales aspiraciones dirigidas contra su instrumento político, la OEA. Sin embargo, muchos expertos políticos creen que la rica experiencia de Cuba y Venezuela será útil aquí y permitirá crear una organización respetada y eficaz.
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