Hoy, hace 71
años las tropas soviéticas derrotaron a la Alemania Nazi en la
denominada por los soviéticos la Gran Guerra Patria.
Es verdad
que en el calendario de fechas conmemorativas de Rusia y de todo el
mundo, el 9 de mayo constituye una fecha especial. Precisamente, las
duras pruebas que les tocó vivir a los pueblos de la Unión
soviética, durante la Segunda guerra Mundial, descubrieron la
grandeza, traducido en fortaleza moral y espiritual, al tiempo que
descubrieron numerosos ejemplos de heroísmo, patriotismo y hazaña
personal. Por ello, la guerra entra en la historia de Rusia como la
Gran Guerra Patria.
Este
acontecimiento queda marcado, sin duda alguna, en la conciencia
mundial que debemos mucho a quienes perecieron defendiendo al mundo
contra la peste del siglo XX el fascismo y nazismo
A los hechos
y acontecimientos históricos no se debe analizarlos como disputas
sencillas, sino, inclusive, hacer evaluaciones morales, totalmente
opuestas a los resultados que tiene relación con la política
europea y mundial actual. Pues, la historia es política dirigida al
pasado.
La segunda
guerra mundial fue verdaderamente un acontecimiento que no solo
superó a los anteriores. En ella entraron en colisión no solo los
intereses de los estados, ni siquiera las ideologías diferentes,
sino las visiones diametralmente opuestas e irreconciliables de las
propias bases de la existencia de la humanidad. En esta guerra se
apostaba la vida de pueblos enteros. Las cámaras de gas y los
crematorios de Oswiecim, Buchenwald y Salaspils, asi como
campamentos de la muerte demostraron que el fascismo preparaba al
mundo para el futuro, el denominado “ORDEN NUEVO”, por tanto,
quienes hoy cuestionan el significado de la Gran Victoria del pueblo
ruso, olvidan que sin esa Victoria muchos países no figurarían en
el mapa.
Los
intentos de tergiversar la historia de la guerra consiste en atribuir
los laureles a las “democracias occidentales”, menguando el
papel de la Unión Soviética y de Rusia. Winston Churchil escribía:
“Fue justamente el ejército ruso el que sacó las tripas a la
maquinaria de guerra germana”.
El
resultado principal de la segunda guerra mundial no solo que fue la
victoria de una coalición sobre la otra. En rigor, es la victoria de
las fuerzas de la creación y civilización sobre las fuerzas de la
destrucción y barbarie. La victoria de la vida sobre la muerte.
En el mundo
actual, el terrorismo al igual que el fascismo no tienen nada que
ofrecerle al mundo salvo la violencia y el desdén por la vida
humana, así como la disposición para pisotear todas las normas de
la moral humana, hasta las más elementales, en aras de conseguir sus
fines maniáticos.
El
aniversario de la Gran Guerra Patria no debe ser pretexto para la
confrontación, Importa, eso sí, que contribuya a la unión de todos
los países y pueblos a efecto de reforzar la solidaridad de cara a
los desafíos globales del siglo XXI. En igual forma, debe ser un
homenaje a la memoria y reconocimiento de quienes con sus vidas
trajeron la liberación a los pueblos de Europa subyugados por el
fascismo.
La
celebración debe servir de recuerdo del enorme potencial espiritual
interno que posee Rusia y de su pueblo. Por ello, la gran GUERRA
PATRIA, es fuente inagotable de la fuerza y certeza del futuro.
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