Es verdad. No sé qué tipo de atributos le adornaban a Barak Obama como para haberle concedido el Premio Nobel de la Paz, constituido en momentos actuales como “el premio de la risa”, cuando se observa que en “los inicios del siglo XXI, en todas partes de la humanidad, se levanta contra las guerras demenciales del imperio y del capitalismo salvaje”.
En sus discursos, el presidente Obama prometía establecer libertad y democracia en los países de Oriente, como en Irak y Afganistán, y poner fin al conflicto entre Israel y los palestinos, sin embargo, afloran nuevas guerras en Libia y Siria, para continuar la actividad “criminal” del estado islámico en Irak.
Práctica cotidiana de los Estados Unidos ha sido originar o inventarse conflictos para luego abandonarlos en medio camino sumidos en problemas tenebrosos.
La política recurrente de los gobiernos de turno del imperio ha sido el derecho que tienen a usar la fuerza contra otros países, más aún todavía cuando no comulgan con sus ideales. Entonces recordemos los ocho años del gobierno de Bush, lapso en que Washington replicó el papel de policía mundial.
La violación de los derechos internacionales es cosa común y corriente para los Estados Unidos. La tarea principal de Obama, en estos tiempos, fue la reconstrucción de la autoridad como el defensor principal de los derechos humanos. Empero, el presidente N0 44 ofreció su propia estrategia, apareció “ la fuerza inteligente”, es decir la actitud que debió asumir los Estados Unidos con respecto a otros países en temas de la diplomacia, de lo económico, político, jurídico, cultural, etc, Esto fue un engaño. Pero por esta razón el 9 de octubre del 2009, Obama recibió el premio nobel de la Paz “por los esfuerzos extraordinarios del reforzamiento de la diplomacia internacional y la cooperación entre las gente”. Y en este mismo tiempo, el 12 de agosto del 2010 el Consejo de Seguridad de la ONU designó una directiva destinada a la “Reforma Política en el Oriente y en Africa del Norte” y adicionalmente empezó la primavera árabe. Pero, la administración de Obama pensaba que al derrocar los regímenes indeseables en los países árabes fuera suficiente para restablecer el sistema democrático de tipo occidental. Paralelamente, a estos hechos, muchos analistas preanunciaron que Estados Unidos no podría controlarlo, como no pudo controlar en Egipto con los “Hermanos Musulmanes”.
Es evidente que los tiempos han cambiado, Estados Unidos ya no designa los gobiernos a su conveniencia como lo hacían en el pasado en América Latina y en otros países del mundo. Sin embargo Obama está convencido que él en su calidad de presidente de los Estados Unidos es el dueño, amo y señor del mundo.
Según La ONU, luego de la ocupación de Afganistán por los ejércitos estadounidenses, el tráfico de drogas creció a 3.200 %.
Otro ejemplo de la administración de Obama fue el gentío que usurpó el consulado Americano provocando la muerte de cuatro personas además del propio embajador de los Estados Unidos en Libia. Ahora Washington actua en Siria para derrocar a un presidente legítimo. En Irak huyen soldados entrenados y apoyados por los Estados Unidos. Esas improvisaciones, intromisiones y esa decadente política del imperio han hecho que los pueblos repudien al gobierno estadounidense.
Como resultado de esa política ineficaz, incoherente y de dobles estándares, Obama es objeto de la crítica mundial, particularmente en su país en donde el grado de aceptación ha caído notablemente. Según varias encuestas efectuadas a la ciudadanía, el 50% de los americanos no respalda la política exterior, a tal extremo que esa misma gente, así como la opinión ciudadana, de infinidad de países del mundo, se pronuncian de injusto el haberle entregado el Premio Nobel de la Paz a Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos.
Esto resulta tan descabellado, tan fuera de todo acto lógico y razonable, que hasta parece una broma de muy mal gusto. Que un premio Nobel de la Paz, nadie sabe en consideración a que acto suyo se lo concedieron, vaya por el mundo metiendo miedo, a diestra y siniestra, sin ninguna base legal….Siguiendo la política de sus antecesores... y por un extraño proceso de comportamiento ha terminado convencido de que él, como gobernante de los Estados Unidos es el amo, dueño y señor del mundo. Parece creer, además ,que todos los países del mundo deben ceñirse ala formato de comportamiento elaborado por él y cualquiera de ellos que desobedezca aquel patrón de conducta será destruido totalmente, luego de haber sido despojado de sus riquezas , como sucedió con libia………..Venezuela es dueña de las mayores reservas petrolíferas del mundo, esto apetece a obama y a los representantes de los sectores del poder de EEUU….Qué pasó , es que la patria de Simón bolívar y Hugo chavez dejó de ser libre y soberana para adquirir un estatus de colonia de EEUU……
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